Los hispanos se están convirtiendo en el grupo minoritario más grande de los Estados Unidos. La población latina comprende alrededor del 16% de la población de los Estados Unidos y se está expandiendo a un ritmo acelerado. Por lo tanto, se prevé que los hispanos representan el 30 por ciento de la población de EE. UU. para 2050. (Edelman, Mandle & Kudzma, 2013). Por lo tanto, es fundamental garantizar que el estado de salud de esta población sea el adecuado.
Actualmente, los hispanos son desproporcionadamente susceptibles a problemas de salud significativos como obesidad, hipertensión, diabetes, enfermedades de transmisión sexual y VIH (Health, United States, 2016). Si bien la prevención es una prioridad para el sistema de salud de los EE. UU., es fundamental que las medidas de prevención implementadas sean efectivas con este grupo. Es vital asegurar que las medidas preventivas se ajusten a los requisitos y matices culturales de la comunidad.
Disparidades de salud y estado de salud
Antes de enfocarse en la prevención, es fundamental determinar las necesidades y perspectivas de promoción de la salud de la población. Como se mencionó anteriormente, la comunidad hispana es propensa a la obesidad, particularmente entre los adolescentes, ya que alrededor del 23 % de los adolescentes latinos son gordos (Health, United States, 2016). La prevalencia de la obesidad entre los adolescentes blancos es del 19,2%. Según Sutton y Parks (2013), existe una epidemia de VIH entre la comunidad hispana de los Estados Unidos.
Las infecciones de transmisión sexual también son frecuentes. Claramente, hay otros problemas, como varias infecciones como la influenza, que tienen un impacto negativo en el bienestar general de las personas. Al mismo tiempo, la proporción de hispanos sin seguro es bastante alarmante (alrededor del 35%). (Salud, Estados Unidos, 2016). Solo un poco más del 10% de los estadounidenses blancos no tienen seguro (Health, United States, 2016).
Además, los profesionales de la salud con frecuencia no logran promover estilos de vida saludables entre los hispanoamericanos (Arellano-Morales, Wood & Elder, 2013). Una de las razones de la mala salud de la población hispana es la falta de acceso a servicios de salud de alta calidad. Además, los hispanos frecuentemente enfrentan desafíos lingüísticos porque su inglés es insuficiente para comunicarse adecuadamente con los profesionales de la salud. Muchos hispanos carecen de estatus legal y, por lo tanto, no pueden acceder a los servicios de atención médica. Además, estas personas tienen miedo de acercarse a los centros de salud por temor a ser detenidas y deportadas a su país de origen.
Puntos de vista sobre la promoción de la salud
La baja tasa de asegurados hispanos se debe al nivel socioeconómico de esta población. Sin embargo, las diferencias culturales influyen en la forma en que los hispanoamericanos interactúan con los profesionales de la salud. Por ejemplo, estas personas son profundamente religiosas y los lazos familiares son extremadamente fuertes. Como resultado, cuando una persona se enferma, se prioriza a los familiares mayores. La enfermedad se considera un signo de desequilibrio o el resultado de algún comportamiento pecaminoso (Edelman et al., 2013).
Al mismo tiempo, Edelman et al. (2013) definen la promoción de la salud como vivir una buena vida mientras se equilibran los placeres y la abstinencia. Vale la pena señalar que un apetito saludable se considera un signo de buena salud, y los padres con frecuencia alientan a sus hijos a comer más, lo que conduce a la obesidad. También es necesario mencionar que la fuerte dependencia de la religión por parte de la población latina conduce a una falta de conciencia sobre comportamientos sexuales saludables (Sutton & Parks, 2013). Además, los chequeos regulares se consideran poco éticos, lo que resulta en una alta tasa de infecciones de transmisión sexual entre la población hispana.
Implementación de una Estrategia de Prevención
Es obvio que una estrategia de prevención primaria beneficiará más a la población hispana porque los principales problemas de salud son en su mayoría prevenibles. Para abordar los problemas de salud de esta población, se debe implementar un programa educativo integral. Esta estrategia cubrirá varias áreas, incluida la educación, la atención médica y el alcance comunitario. Para comenzar, es importante señalar que la religión servirá como base de esta estrategia, ya que la mayoría de los hispanos son profundamente religiosos (Sutton & Parks, 2013).
Se debería incorporar al sistema educativo cierta formación sobre hábitos de vida saludables. El énfasis para la escuela primaria y secundaria debe estar en los hábitos dietéticos como deportes, mientras que los adolescentes deben aprender más sobre el comportamiento sexual saludable. Estas sesiones de capacitación deben basarse en las creencias católicas porque la mayoría de los hispanos practican esta religión.
Los establecimientos de atención médica también deben implementar capacitación específica para los profesionales de la salud, en particular las enfermeras, quienes serán responsables de explicar los beneficios del comportamiento saludable a los pacientes hispanos. También se ofrecen lecciones de español para enfermeras. En ese momento, los profesionales de la salud deben promover estilos de vida saludables y asegurarse de que sus instrucciones sean consistentes con las creencias de sus pacientes. También se pueden lanzar cursos de capacitación para pacientes y cuidadores, así como para miembros de la comunidad.
Finalmente, los hispanos tienen fuertes lazos con sus comunidades. Esto debe ser utilizado para promover la salud. La iglesia puede jugar un papel importante en la educación para la salud. Obviamente, los medios de comunicación jugarán un papel. Las campañas de promoción de la salud basadas en la comunidad deben ser lanzadas por una variedad de organizaciones benéficas y gubernamentales.
Conclusión
En general, es posible concluir que los hispanoamericanos siguen siendo un grupo desfavorecido con acceso limitado a los servicios de atención médica. Debido a que los principales problemas de salud están relacionados con un estilo de vida saludable, las estrategias educativas de prevención son efectivas. Claramente, las campañas de prevención deben desarrollarse de acuerdo con las creencias hispanas.
Referencias
Arellano-Morales, L., Wood, C., & Elder, J. (2013). Acculturation among Latino primary caregivers and physician communication: Receipt of advice regarding healthy lifestyle behaviors. Journal of Community Health, 38(1), 113-119.
Edelman, C.L., Mandle, C.L., & Kudzma, E.C. (2013). Health promotion throughout the life span. Saint Louis, MO: Elsevier Health Sciences.